Para estas vacaciones de invierno te traemos un proyecto que puedes compartir con los niños en casa: mosaicos decorativos. Sólo necesitas unos pocos materiales para realizar junto a los niños este bonito proyecto decorativo.
El mosaico es una técnica decorativa que consiste en patrones, figuras o paisajes hechos con pequeñas piezas de baldosa coloreada. Este proyecto, además de un aprendizaje técnico, les proporciona a los niños y a la familia la oportunidad de integrarse en una actividad en estas vacaciones de invierno. Y lo mejor, es que el objeto decorado quedará para la posteridad como un valioso recuerdo familiar.
Primero, definir ¿Qué harán?
Definir qué objeto van a decorar con mosaico depende en primer lugar de lo que esté disponible y de la edad de los niños. Debes buscar el objeto que mejor se adapte a sus edades. Por ejemplo, si son muy pequeños puedes proponerles decorar el marco de un espejo, algunos floreros, platos o una mesa de madera. Si son más grandes, puedes sugerir decorar con mosaico en una pared, un respaldo de cama, un mueble de jardín o incluso una camineria. También podrían en pensarlo como un regalo especial para alguien y crear un cuadro sobre un trozo de madera. La idea es que el proceso dure varios días, así que no escojas algo muy pequeño.
Los materiales
Una vez elegido el soporte, mesa, macetas, etc., limpia bien la superficie de ser necesario, retirando todo resto de pintura, grasa o polvo. Los materiales y herramientas que necesitarás son:
- Venecitas de colores o azulejos (pueden ser de vidrio o clásicas que son muy económicas)
- Azulejos o baldosas de cerámica cortada (puedes pedir a un profesional que te la corte en cuadros o con formas específicas)
- Silicón
- Mortero para juntas de baldosa
- Agua
- Espátulas
- Esponja
- Envases (cubeta, tazón, etc.)
Ojo: Ten en cuenta que si son niños pequeños las piezas de baldosa rota podría causarles daño: por eso es mejor emplear venecitas con niños pequeños.
El proceso
Lo primero es mostrarles imágenes en internet para que tengan una idea de lo que harán. Luego pídeles que dibujen sus diseños directamente sobre el soporte. Si son grandes, les encantará crear mándalas. Pueden usar lápices blancos o tiza si la superficie es oscura. Luego hay que separar por colores o formas las piezas de cerámica o las venecitas definiendo cuáles se amoldan mejor a cada segmento. Lo que sigue, es pegar las venecitas o trozos de baldosa con silicón directamente sobre la superficie respetando el diseño. Déjalas secar un par de horas. No pierdas la oportunidad de conversar con los niños acerca del origen del mosaico, asómbralos mostrándoles ejemplos de los complejos mosaicos antiguos del bizantino. Aprenderán algo de historia mientras se estimulan a crear sus propios diseños.
Un recuerdo muy especial de sus vacaciones de invierno
Cuando se haya secado el silicón, prepara la mezcla de mortero para juntas. Aplícala sobre todo el diseño con ayuda de la espátula. Retira el exceso con la misma espátula y deja secar unos quince minutos. Deja que los niños se diviertan limpiando los restos de mortero sobre la superficie con una esponja húmeda, así podrán vivir la emoción de descubrir su diseño terminado. Imagino una linda mesa para juegos con sus diseños para decorar cerca de la pileta, y disfrutar el resto del año. Será un bonito recuerdo de sus vacaciones de invierno.
Todas las actividades realizadas con los niños deberían dejarles un aporte más allá de lo meramente constructivo. Este proyecto es ideal para pasar unas vacaciones de invierno muy creativas y que además les enseña el valor de restaurar y compartir.