En esta reseña te enseño cómo elegir el mobiliario necesario para decorar la habitación del bebé. Mira porqué y cómo las actividades que vienen con la maternidad determinan el tipo de muebles que requieres. Lo demás, será incorporar los detalles que consideres necesarios para lograr el ambiente de amor y armonía ideales.
La habitación del bebé ¿Estamos realmente preparados?
Cuando esperamos un bebé todas las necesidades parecen obvias: cuna, mesa para cambios, estantes, etc. Pero cuando llega, nos percatamos que el mobiliario y recursos para la habitación del bebé no valen igual para todos. El mercado no nos lo pone fácil. Nada más para el sueño del bebé debemos elegir entre cuna de colecho, cuna tradicional o moisés. Y así, con todas y cada una de las actividades que corresponden al hermoso momento. Mientra dura el embarazo, los padres ansiosos quieren disponer todo de antemano; intentan que la habitación y toda la casa resulte funcional a las nuevas rutinas. Pero en el entusiasmo, es común que se cometan algunos errores que se paguen con resignar comodidad en los meses venideros.
El sueño del bebé…vs el sueño de los padres.
Hoy el mercado propone gran variedad de cunas que se adaptan a los diferentes hábitos que quieran forjar los padres con el bebé. Como sabes, los primeros días los bebés duermen casi todo el día y la noche (en apariencia). La verdad es que su necesidad de alimento y de higiene se transforman en una ardua rutina nocturna desde el parto hasta los 3 meses más o menos. Esto implica levantarse varias veces y durante la noche, llevarle del cambiador a la cama o a su cuna. Después sentarse en la mecedora – dormirse en la mecedora- y volver a la cama, …repite. Esto nos hace pensar:
¿Cunas de colecho o tracicional?
La cuna de colecho es una pequeña cuna con un lado abierto que se adjunta a la cama y permite tener al bebé a la vista y alcance. Te ayuda a reducir las molestas paradas nocturnas y a hacer el sueño más largo, al permitir vigilar muy de cerca (a turnos) al recién nacido. Podría parecer sólo para perezosos, pero, por ejemplo, dar de mamar cuando se ha tenido un bebé por cesárea es más complicado. Con una cuna de colecho, bastará inclinarse un poco para alimentarlo. Estas cunas han generado mucho revuelo por quienes consideran que crean malos hábitos al bebé. Sin embargo, entre las madres que las usan tienen mucha aceptación. Sobre todo porque se transforman en cunas normales, bancos o escritorio, lo que les da una vida útil de muchos años. A la hora de elegir, sean tradicionales o de colecho, las de madera son las preferidas por su calidad, seguridad y delicadeza estética. El clásico moisés, puede resultar también útil para movilizar al lactante, pero se usa poco tiempo.
El momento de la alimentación
Es el momento de un tipo de mueble que ayude a estrechar el vínculo entre el niño y la madre. Una mecedora de madera o un sillón suficientemente cómodo te permiten cumplir con la alimentación del bebé en un clima de armonía (imprescindible para ese momento). Asegúrate además de disponer de una pequeña mesita auxiliar al lado para colocar otros elementos que utilices al momento de alimentarlo. Esta puede ser ser plegable y así no ocupa tanto espacio en la habitación del bebé el resto del día.
Cambio de pañales y mudas de ropa
Antes de tener un bebé podríamos pensar «sólo duermen y comen ¿cuánta ropa podrían necesitar?»… y luego…¡sorpresa mamá y papá! Un bebé recién nacido recibe en promedio entre 4 y 7 mudas de pañal y cuatro o más cambios de ropa al día. ¿La razón? Muchas: Se pasó algo de orina (o de caca); regurgitó un poco de alimento; se te derramó un poco de leche mientra le alimentabas… en fin, lo descubrirán sólo cuando llegue. Son esas pequeñas cosas de la rutina normal que nadie te cuenta, y que aunque te cuenten varían enormemente entre un bebé y otro. Por eso elegir un cambiador es importante. Hay varios factores a considerar:
Mesa adaptable o cambiador ¿cuál es mejor?
Definir el muebles perfecto para cambiar al bebé depende de una sola cosa: tu. Si, tu altura, la forma en que te inclinas, tus posibilidades de inclinarte; es decir, todo lo referente a ergonomía. Al final, se trata de manipular al bebé en las mejores condiciones posibles. Casi todas las cunas de bebé y cajoneras de madera actuales traen incorporado un espacio para cambios. Procura que tenga barandas o una pequeña profundidad (los recién nacidos a veces se mueven mucho). Además, verifica que la superficie de cambio esté a mayor altura que tu ombligo; esto es porque necesitarás poder mirar de cerca al bebé para cortarle las uñas, limpiarle los oídos y hacer la higiene del ombligo -y sus respectivos mimos-. Ten a mano todo lo necesario. Instala una repisa bien cerca donde colocar los implementos: toallas húmedas, pañales y colgadero para ropa y una papelera con tapa para los desechos (es buena idea que alguien más se encargue de vaciarla dos veces al día).
El momento del baño
Para el momento del baño, vas a necesitar una bañaderita especial. Algunas se incluyen en muebles multifuncionales, es cuestión de considerar que el agua siempre estará presente. Ten cerca una repisa de madera para el jabón, el champú y un colgador para la toalla. Es importante que, una vez que tengas al bebé dentro del agua, todo esté al alcance de tu mano para evitar accidentes. Durante el primer mes, mantén las cortinas cerradas, los bebés a esa edad son vulnerables a resfriarse. Para ello, es bueno tener cortinas roller automatizadas, mejor si son blackout para dejar todo oscuro y estimular un buen sueño.
Esta pequeña guía de rutinas te ayudará a organizarte a la hora de preparar la habitación del bebé. Luego, deja volar tu imaginación para lograr una decoración de acuerdo a tu gusto.