Por Arq. Miky Lavalle.
Una reforma de la cocina requiere toda nuestra atención y energía, por ser ese espacio de la casa que es rincón terapéutico, oasis y punto de reunión a la vez. Antes de plantear la reforma de la cocina en sí misma, lo primero que debemos hacer es un análisis de los metros disponibles, pero sin subestimar los hábitos, rutinas y requerimientos de todos los ocupantes de la casa. Los errores más comunes son elegir los muebles de cocina más “lindos” pero que luego falte espacio para guardar, calcular mal la altura de mesadas que luego ocasionará dolores de cintura, no prever la suficiente luz natural y/o artificial, o no tener en cuenta la circulación del aire, entre otros.
Estas son las 10 cosas que recomiendo pensar para la planificación previa a la reforma de la cocina :
- Que todos los implementos que se usan cotidianamente estén a mano. En este sentido nos pueden ayudar las guías colgantes, tanto para sartenes y creperas, como para utensilios de mano como cucharones y espátulas.
- Que el lugar destinado a los residuos sea práctico, higiénico y accesible. La zona de la basura debe ser de cómodo acceso. Si se separan los residuos, es muy práctico tener un tacho pequeño sobre la mesada para ir tirando lo orgánico mientras cocinamos. Si la superficie lo permite, es también muy práctico prever un hueco con tapa en la mesada, justo sobre el tacho de residuos para ir desechando directamente desde la mesada.
- Que la mesada cumpla con los requisitos estandarizados. La altura estándar recomendada es 0.85 cm, pero la medida puede variar sensiblemente según la estatura del cocinero. En cuanto a los materiales, el ideal en términos de higiene y funcionalidad es el acero inoxidable, aunque no es el más estético. Los de tipo Silestone (cuarzo) suelen ser soportes rígidos que resisten bien eventuales golpes, ralladuras y cortes, y son fáciles de limpiar. Además, permite hacer la bacha del mismo material, lo cual resulta muy estético. También las hay de granito (muy resistentes a golpes y cortes), madera (no muy higiénicas y de menor vida útil), Corian sintético (cuya terminación puede ser símil mármol, resistente y antibacteriana. Además permite uniones sin juntas, tanto para la mesada en sí como para la bacha con pegado invisible, lo cual evita las hendijas donde pueden acumularse la mugre y las bacterias).
- Que los muebles de cocina cumplan con todas las funciones de guardado necesarias. Por ejemplo, los cajones deberían adaptarse a las distintas dimensiones de las cosas que vamos a guardar: unos más altos para tuppers y electrodomésticos de mano, otros más bajos para cubiertos o manteles. Una buena idea es diseñar despenseros corredizos profundos con varios estantes, que optimizan el espacio de guardado bajo la mesada.
- Que los materiales utilizados tanto en mesadas, muebles de cocina, cortinas, etc, sean todos lavables y de superficies lisas para no acumular suciedad ni bacterias. La cocina, junto con el baño, son los sitios de la casa que deben mantenerse más limpios por cuestiones de salud e higiene. En este sentido, tanto las telas de las cortinas, como los materiales de bacha y mesada, deben ser de fácil limpieza y de texturas lisas para que no acumulen mugre ni grasa. De las mesadas ya hablamos más arriba, en relación a las cortinas, los black out son de muy fácil mantenimiento, solamente con un trapo húmedo. Resultan muy prácticas las cortinas roller de black out, que pueden izarse y bajarse fácilmente mientras cocinamos.
- Que la superficie destinada a la cocina sea cómoda para el uso y la circulación que tendrá el ambiente. La mayoría de las veces, una reforma de la cocina, tirando abajo una pared o ganando espacio sobre otro ambiente con una barra separadora, no supone un gran presupuesto y el cambio puede resultar de alto impacto tanto en el espacio logrado como en la luz natural conquistada.
- Si queremos que la cocina se integre a otro ambiente o si preferimos aislarla. Una cocina abierta es ideal cuando los espacios son pequeños, porque se aprovechan mejor los metros y también se logra integración. La barra puede tener una doble función: como lugar de reunión intermedio entre el comedor y la cocina, y también como complemento asistente del cocinero, donde se puede ir apoyando lo que ya está listo mientras se continúa con el proceso de otros platos. Pero hay quienes prefieren que esté aislada por los olores, los ruidos, el orden o la higiene. En cada caso hay que evaluar hábitos y gustos. También se pueden contemplar opciones a mitad de camino, como cerrar una pared con vidrio repartido, o colocar una gran puerta colgante corrediza.
- Si elegimos tener una isla de cocina, debemos garantizar la cómoda circulación. Necesitamos asegurarnos de que contamos con un espacio mínimo de 80cm en todo su contorno. La dimensión de la mesada central se tiene que adaptar a este requisito de circulación. En este caso se puede aprovechar el espacio superior de la isla con una reja o un sistema de guías para poner elementos colgantes como ollas, sartenes y utensilios, lo cual resulta muy estético y también práctico.
- Que los pisos sean estéticos, resistentes y de fácil limpieza. Por ser un sitio húmedo, es recomendable recurrir a materiales impermeables como los porcelanatos, que además son resistentes a golpes y requieren poco mantenimiento. No deben ser completamente mate ni tampoco brillantes, ya que ambos resultan muy sucios y evidencian las vetas al limpiarlos. El semimate es el más recomendado para la cocina porque no quedan vetas y no se mancha con tanta facilidad. Hoy también existen laminados especiales para cocina, y pisos vinílicos muy fáciles de lavar y de larga vida.
- Que la iluminación sea la correcta. Idealmente, no debe generar sombras de trabajo, por lo que se recomiendan las luces empotradas en cenefas de alacenas. La luz central puede servir solo como iluminación general del ambiente, pero las que realmente aportarán son las que se dirijan directamente hacia las mesadas, que también se pueden ubicar en rieles suspendidos del cielorraso en caso de no tener alacenas para embutirlas. La luz LED desvirtúa mucho los colores, mientras que las dicroicas no los distorsionan tanto. Pero, por supuesto, la diferencia entre ambas la dicta el bolsillo de cada uno. Durante el día, es importante el aprovechamiento de la luz natural en la cocina, aunque a veces una gran ventana disminuye el espacio de guardado. Para evitar este inconveniente, se recomiendan especialmente las ventanas horizontales ubicadas un poco por encima del zócalo de la mesada de forma tal que permitan la existencia de alacenas superiores.
- Que la bacha o pileta resulte cómoda. Que no salpique el agua para todos lados, que no se robe demasiada mesada… si es poco el espacio disponible, podemos tener una sola bacha grande; si los metros lo permiten, lo ideal son las piletas dobles, sumamente prácticas. También existen hoy en el mercado unas que vienen con separador desmontable, que se puede poner o sacar según el uso que se le quiera dar. En cuanto a su ubicación, es importante tener en cuenta que por lo general la bacha interactúa tanto con la heladera como con el artefacto cocina, por lo que se recomienda situarla entre ambas.
Una vez considerados todos estos factores, podemos estar seguros de que la reforma de nuestra cocina tendrá el éxito asegurado.