Pisos flotantes blancos: ¿cómo hacer que luzcan divinos?

¿Amas el blanco, te gusta la armonía que transmite? ¿quieres un ambiente diáfano y luminoso con pisos flotantes blancos o en algún tono muy clarito? ¿temes combinarlos y mantenerlos limpios y que se deterioren?… ¡Para de sufrir!

El blanco, una decisión trascendental

Puede que pensemos que al tener un piso blanco o muy claro sea un reto muy difícil. Especialmente, al combinarlo con el resto de los elementos de un ambiente. No temas, porque con una buena elección de colores y materiales podremos crear una decoración increíble, así como efectos para hacer ver la habitación de un tamaño mayor al que en verdad tiene. Las nuevas tecnologías nos permiten jugar con colores y texturas. Pero además, nos facilitan la colocación de pisos que no ameritan mayor trabajo que el de armar un rompecabezas. Un ejemplo, es el caso de los pisos flotantes. Su nombre deriva de que para colocarlos, se pone una base de espuma o material aislante. Ésta los sostiene y suspende el piso dejándolo perfectamente nivelado y «flotando».

Blanco etéreo

Pensemos en el piso blanco como un lienzo sobre el cual podemos reflejar innumerables colores para contrastarlo con los  el resto de la decoración. Pero además, tanto los pisos de madera como los pisos flotantes, vienen en una amplísima variedad de texturas y tonos. Así que, cualquiera sea tu elección, tendrás todo un abanico de opciones que juegan a tu favor.

Los colores claros en los pisos dan protagonismo a los muebles, especialmente cuando éstos tienen colores llamativos. Esta combinación de tonos y colores le da mucho equilibrio y armonía al espacio. Por otro lado, si tienes grandes ventanales, el aporte de la luz natural resaltará el resultado.

Blanco amplitud

Si nuestra elección es un ambiente monocromático, un piso en un color claro ejerce un efecto visual de amplitud y pulcritud. En el caso de los pisos flotantes, contamos con la ventaja de que son de muy bajo mantenimiento. Para ello, basta con limpiarlos con un paño ligeramente húmedo cada tres o cuatro días y mantenerlos libres de polvo con una escoba o aspiradora. La resistencia de los mismos dependerá de los materiales de los que estén fabricados. Los pisos de madera requerirán un plastificado previo para aligerar las tareas de mantenimiento.

Pisos blancos y paredes en tonos suaves

Más allá de los pisos, la elección de colores debe ser equilibrada. Para lograr este equilibrio, primero debemos decidir qué apariencia queremos darle a la habitación. Si queremos lograr un ambiente muy bien iluminado, podemos pintar las paredes en suaves tonos beige, violeta o azul claros. Combinados con el piso blanco o de color claro le darán a la estancia mayor iluminación con luz natural y en menor medida, con luz artificial.

Pisos flotantes blancos y paredes contrastantes

Si, en cambio, lo que buscamos es algo más elegante y que cause impacto visual, debemos usar colores fuertes en las paredes. Los tonos naranjas, rojizos o marrones contrastarán con la claridad de los pisos flotantes blancos.  No descartes la gama más oscura de los verdes y azules que también lograrán una impronta espectacular. En base a ella, puedes jugar con los demás elementos de la decoración. Podemos crear efectos con las tonalidades que escojamos en paredes y techos. Por ejemplo, si buscamos es dar sensación de amplitud, colocar espejos, colores neutros y elementos simples en las paredes, ayuda.

En la actualidad, no es necesario realizar grandes trabajos de instalación para disfrutar de un piso elegante y de gran resistencia. Tanto los de madera como los símil madera, los pisos flotantes ahora se instalan en horas. Así que en apenas horas, puedes disfrutar de superficies hermosas y geniales.