La cocina abierta o integrada es desde hace algunos años la más elegida en diseño. Especialmente por quienes son asiduos a compartir en casa y por quienes tienen niños pequeños. ¿te atrae? Sigue leyendo, esto te va a encantar.
El concepto abierto es relativamente nuevo. La necesidad y el deseo de poder preparar la comida mientras se comparte con la visita; o vigilar las actividades de los niños son la fuente de este concepto. Y su preferencia no retrocede, al contrario, cada día gana más adeptos. Lo que nos demuestra que la vida moderna derriba cada vez más muros. Estas, son las características de la cocina abierta o integrada:
Fluidez
Cuando hablamos de fluidez referida al espacio arquitectónico, nos referimos a la forma en que se percibe la continuidad de los ambientes. Esta fluidez se obtiene por una parte, empleando materiales similares o iguales en muros, pisos y techos. Los pisos de madera, de concreto o de baldosas cerámicas se apreciarán más integrados a un mismo nivel, porque se alinean visualmente en perspectiva. Las paredes se integran aplicándoles un mismo tono de pintura. Para los acabados cerámicos de la cocina, escoge colores de transición. Estos pueden ser tonos medios entre el color de las paredes, los gabinetes, la encimera y el piso. Los materiales similares repetidos por todo el ambiente, en muebles y accesorios ayudan a dar sensación de unidad.
Cocina abierta o integrada, pero «escondida» ¿Cómo?
Puede que te guste el concepto de cocina abierta o integrada, y sin embargo, prefieras «disimularla» a la vista. Para ello, lo ideal es construir un área tipo tarima, elevada uno o dos niveles por encima del horizonte visual. Con lo cual el área de trabajo «desaparece» de alcance de la vista. Si esto no te es posible, puedes emplear baldosas y gabinetes mimetizados con el resto de la casa. Esto implica usar el mismo color de las paredes; gabinetes en módulos simples, y encimeras de cuarzo en tonos claros. Una isla incorporada entre el área de trabajo y el resto del ambiente también puede ayudar a «ocultar» la cocina. Además de una barrera visual, aportará espacio de trabajo y guardado extra. La ventaja es que puedes recubrir el piso del área de trabajo con un material diferente, o más lavable y resistente.
Que no se te escapen estos detalles
Bien sea que prefieras destacar o camuflar tu cocina de concepto abierto o integrado, no debes dejar de lado estos factores:
- Es imprescindible emplear una campana eficiente para controlar no solo los vapores, sino los olores de la cocina. Necesitarás asesoría especializada para calcular tus requerimientos específicos, porque se basan en los metros cuadrados que comprende el área.
- Cuando integras la cocina a otra área social, como el living y el comedor, resulta muy favorecedor que los utensilios y electrodomésticos estén más reguardados. La razón es que estarán expuestos a la circulación de aire proveniente de los exteriores, que pueden traer partículas contaminantes e insectos.
- Tómate suficiente tiempo para determinar la mejor fluidez entre los tres puntos clave de la cocina: fregadero, cocina y heladera. Además de considerar la altura ideal para las superficies de trabajo.
- Una cocina abierta o integrada te permite compartir con las visitas, por eso la seguridad de los niños, tengas o no en casa, es fundamental. Mantén a resguardo los objetos y electrodomésticos que puedan causar daños.
- Asesórate en cuanto a la potencia que requerirás de los aparatos para climatizar el ambiente, ya que al abrir la cocina ésta aumenta. Ayúdate con cortinas ecológicas y alfombras.
Ahora si, ¡atrévete a disfrutar de la sociabilidad, claridad y funcionalidad del concepto abierto!