Aún estás a tiempo de aplicar una de las soluciones más eficaces contra el calor del verano: los cercos vivos. Las ventajas que te proporcionan los cercos vivos para la regulación térmica son perceptibles casi de inmediato. Conoce cómo crear un cerco vivo en casa, fácil y económico.
Cuándo es necesario un cerco vivo
Todo apunta a que este verano se las trae con el calor. Para paliar las elevadas temperaturas una solución muy eficaz son los cercos vivos. Un cerco vivo no es otra cosa que una barrera vegetal, que puede servir como delimitante perimetral u ornamento. Pero además, funcionan como una barrera acústica y crea privacidad en ambientes exteriores. Hoy nos ocupa su funcionalidad como sistema de enfriamiento natural. Obviamente, en zonas rurales emplear cercos o barreras vegetales es lo natural. Pero en zonas urbanas, el espacio pone las limitaciones, debiéndose apelar a los jardines verticales o a plantar en macetas.
Cómo actúa el cerco vegetal en la regulación de la temperatura
Las plantas condensan la humedad del ambiente en sus hojas. Esta agua acumulada durante la noche, se evapora. En el caso de las trepadoras que crecen directo en la pared, esa humedad se trasmite a las paredes manteniendo la temperatura fresca. Las hojas sirven además como sombrilla contra los rayos directos del sol. Pero primero, es importante verificar la conveniencia de instalar revestimiento en la pared para evitar daños y mejorar el aislamiento. Cuando no es posible plantar trepadoras, los cercos vivos se plantan en macetas alrededor de la casa, sobre todo en la fachada que recibe más incidencia del sol. Hay que tener en cuenta que no se debe bloquear el paso del viento. Por tanto, si la pared que más recibe sol, coincide con la entrada del viento, los arbustos deberían ser más bajos.
¿Cómo seleccionar las plantas para el cerco vivo?
Las plantas de uso más común para crear cercos vegetales son:
- Óleo texano
- Melaleuca
- Jazmín amarillo
- Laurel de flor
- Buxus
La elección depende si quieres un cerco alto y compacto desde el suelo como el que da el óleo texano. O si prefieres uno de arbustos como la melaleuca y el jazmín amarillo que tienen un tallo alto y el follaje en la parte superior solamente. También, si querrás combinarlo con flores como las del laurel de flor, que se puede mantener más bajo. O tal vez quieras una que se pueda podar y darle formas diversas como el buxus. Todas estas plantas resisten bien el sol directo, e incluso la media sombra. En patios pequeños, terrazas o jardines interiores de zonas urbanas, sobreviven muy bien con cuidados regulares. Recuerda solicitar asesoría especializada sobre los cuidados específicos de cada una.
Regalate el placer de un cerco vivo en la terraza o el patio ¡Estás a tiempo!