Nada que hacer; decidiste pintar el living ya has escogido la pintura látex, y al igual que los muebles es: azul. Simplemente, el azul te va para todo. Pero ¿sabías que puedes combinarlo con toda una gama de colores análogos y crear un ambiente divino y acogedor? Aquí te muestro cómo escoger las gamas monocromáticas para la decoración de tus ambientes inspirándote en la naturaleza.
Hace poco hablamos de acabados para pared y cómo combinarlos perfectamente con sus complementarios. Ahora vamos a explorar las combinaciones monocromáticas. Antes, es importante cerciorarse de que los muros estén bien acabados, no presenten enmohecimiento o daños por humedad. Asegúrate de seleccionar pinturas y acabados para pared de alta calidad.
El equilibrio en una composición monocromática para la decoración de interiores es similar al proceso de la paleta de un pintor. Se toma un color, puro, intenso, y se le agregan los matices en un símil de “pinceladas”, disponiendo accesorios decorativos del mismo color, pero más claros. Para descifrar las gamas que se pueden combinar analógicamente, las dividimos en dos:
Los colores fríos (tonos que van del verde, verde azulado, azul, hasta el lila);
y colores cálidos (toda la variedad que va, desde los amarillos, naranja, rojizos hasta el violeta). Notarás que hago pausa en los fríos y en los cálidos justo en las gamas de violetas, esto es porque el violeta contiene color azul que es frío, y rojo que es cálido.
La armonía del color monocromático en el diseño de interiores consiste en “subir y bajar” la intensidad del color principal en los complementos de la decoración, y emplear neutros en similar medida para combinar. Si la pintura de la pared es en un color intenso, la decoración amerita objetos transparentes, o de texturas suaves, ya que algunos colores muy saturados o puros hacen el ambiente pesado. Cuanto seleccionas acabados para paredes satinados, compensa el brillo con texturas y tejidos textiles opacos o mates, y viceversa.
Los colores neutros (que comprenden la gama de cremas, marrones y grises, hasta el verde cemento; además se incluye el azul petróleo en sus variantes, y, aunque no son colores, el blanco y el negro también se consideran neutros), son fáciles de combinar, pero también tienen sus secretos. Por ejemplo, si escoges neutros en la gama de los marrones, lo mejor es combinarlos con tonos cemento o un tono que contenga un poco de azul. Y si te decantas por la gama de grises, resalta con destellos de amarillos o naranja, combinan entre sí de manera perfecta.
Como ves, con sólo unos poquitos datos técnicos puedes impulsar toda tu creatividad para combinar sin miedo los colores en la decoración de tus ambientes.